Cómo tener Éxito en la Planificación de la Cadena de Suministro.
- V&Logistica Internacional
- 3 feb 2022
- 3 Min. de lectura

La planificación es una función estratégica en el entorno de gestión de la cadena de suministro. No se trata de un cometido más y, por mucho que se intente sistematizar su aplicación, no es una tarea rutinaria, ni mucho menos. La planificación de la cadena de suministro puede ocuparse de las ventas, las operaciones las necesidades de materiales o la gestión de la demanda de inventario administrado por un vendedor. Tener éxito en la planificación es cuestión de experiencia, pero también de capacidad de predicción y de conocimiento del mercado. La conformación de la demanda, la detección de las tendencias y cambios en los hábitos de los consumidores y la respuesta ágil, son ventajas que se desprenden de la exhaustividad de una fase inherente a la gestión exitosa del supply chain.
Planificación de la cadena de suministro: personal e intransferible
En cuestión de planificación de la cadena de suministro es peligroso generalizar. La adaptación de normas, la implementación de mejores prácticas o la inspiración en base a tácticas ajenas llevadas a cabo por los principales competidores puede no funcionar. Al igual que en lo concerniente a la satisfacción de la demanda se tiende a la personalización, esta cualidad de «hecho a medida» también debe ser aplicable a la gestión del supply chain y, por supuesto, a la planificación de la cadena de suministro.
Ello no implica que no se puedan integrar las prácticas más apropiadas, con la única precaución de que siempre habrán de contribuir a impulsar el rendimiento competitivo deseado, que es el que se traduce en:
Mejora en el coste de fabricación (productividad del trabajo y rendimiento del producto).
Mejora en la rotación de inventario.
Reducción en exceso y obsolescencia de inventario.
Mejora en la fiabilidad de entrega.
Puntualidad en el lanzamiento de nuevos productos.
Aumento de la velocidad de respuesta a los eventos no planificados significativos de demanda.
La creación de redes de trabajo de alto rendimiento.
La interoperabilidad.
La sostenibilidad.
El fomento de los entornos colaborativos.
Estas mejores prácticas en materia de planificación de la cadena de suministro logran resultados optimizados, tanto a corto como a largo plazo, en las organizaciones que las adoptan. Su aplicación puede comenzar de forma progresiva, para terminar incorporándolas todas, al tiempo que se logra transformar los modos de trabajo hacia modelos más eficientes; todo ello gracias a una planificación de mayor alcance y precisión. Los principios que hacen posible lograrlo son los siguientes:
Gestión sistemática de datos maestros: incluyendo campos de datos clave para artículos, clientes, recursos de fabricación y proveedores y garantizando su homogeneidad en toda la organización, para evitar errores y duplicidades.
Sincronización de los procesos de planificación de la ejecución táctica: abarcando todos los procesos, operaciones, sistemas e instalaciones, para una visión global que minimice el riesgo.
Búsqueda de la colaboración: entre socios de la cadena de suministro como elemento clave para conciliar pronósticos, intercambios de información y órdenes de pedido, con el consiguiente impacto positivo en la planificación.
Apuesta por un enfoque de mejora continua: para entender el comportamiento del consumidor o usuario y garantizar una mejores respuesta.
Cadena de Suministro: las áreas que requieren de planificación
Del proveedor al cliente, en este recorrido suceden muchas cosas, se llevan a cabo multitud de procesos y la sincronización resulta imprescindible.
La planificación de la cadena de suministro debe coordinar los activos para optimizar la entrega de bienes, servicios e información, logrando el equilibrio efectivo entre la oferta y la demanda. Para abarcar esta amplitud de variables, una buena planificación debe prestar atención a:
Recursos disponibles.
Diseño de la red de suministro.
Área comercial y demanda.
Abastecimiento y capacidad.
Inventario.
Producción y distribución de fábrica.
Diseño estratégico de la red colaborativa.
Número, ubicación y capacidad de las plantas y almacenes necesario.
Formas de mejorar el nivel de servicio.
Medios para reducir el coste del transporte .
Maneras de minimizar el gasto en distribución y aumentar su eficiencia.
Modos de que los costes de almacenamiento disminuyan y conveniencia de la subcontratación de espacio.
Volumen óptimo de stock y formas de reducir la inversión en inventario mejorando el control.
Vías de mejora de los flujos de comunicación y retroalimentación a lo largo de la cadena.
Modelos de sincronización del abastecimiento con la demanda.
Estrategias de adecuación del sistema de planificación de la producción a cada producto o familia de bienes.
Siempre avanzando hacia la transparencia, tratando de aumentar el alcance del negocio sin perder de vista la velocidad y la precisión, únicas formas de garantizar la satisfacción del cliente y el fortalecimiento del vínculo que le une a la organización.
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